A medida que lo vas leyendo y profundizando en el argumento, el misterio y la intriga van en aumento, provocando en el lector la continúa sensación de que algo va a pasar de forma inmediata. Una vez que has iniciado su lectura, la verdad es que cuesta dejarlo de lado.
La trama nos relata como una joven y tímida dama de compañía que se encuentra trabajando en Montecarlo conoce al viudo Maximiliam de Winter, un aristócrata guapo y acaudalado cuya esposa, Rebeca, ha muerto recientemente en un trágico accidente marítimo mientras guiaba su velero durante una tormenta. Los dos se enamoran y cuando “Maxim” le pide que se case con ella, ésta acepta sin dudarlo.
Tras la boda la pareja se traslada a la mansión Manderley, el hogar de los Winter, pero la felicidad inicial se verá pronto perturbada por el obsesivo y siempre presente recuerdo de Rebeca, al parecer una mujer brillante y a la que todos en esa casa parecían adorar, en especial la señora Danvers, la siniestra y misteriosa ama de llaves. Esta situación se convertirá en una obsesión para la nueva señora Winter, que se verá acomplejada y dominada por las sombras de una mujer a la que nunca conoció.